A veces me pregunto si los miopes (yo lo soy) no seremos muchos más de los que en realidad parece. Es que es la única explicación posible que le encuentro a un fenómeno cada vez más frecuente en hosteleria:
Se acerca el cliente y mira el listado de productos y precios, con cara de concentración, tanto que parece que incluso llegue a dolerle. Entrecierra los ojos (sus "negro jojos" ) y apoya el mentón en los dedos indice y anular de la mano derecha, mientras asiente como si estuviera atento a alguna conferencia de mucho interés. Al cabo de unos cinco o diez minutos, aproximadamente, cuando yo ya estoy harta de esperar que me dirija siquiera un "buenos dias", me mira y dice:
-Perdona, ¿cuanto cuesta el bocata de lomo?
Yo le responderia con otra pregunta, por supuesto (¿se puede saber que coño has estado mirando todo este rato?), porque mira que el cartelito de los precios está bien clarito, pero me aguanto las ganas y le digo el precio.¡Que le vamos a hacer! O cada vez hay más miopes, o la gente no ha aprendido a leer en el colegio...
5 comentarios:
Hola Gracias por pasarte por mi blog,, te voy a adjuntar a mis Links si me lo permites. ¿?
un abrazo
bueno pero cuanto valia el bocata de lomo?
hola! no se veían algunas fotos en mi blog porque estuve modificándolo. quién eres tú? y cómo has llegado a mi blog? pásate por allí cuando quieras, un beso. bienvenido
Mujer perdona, era sólo por darte conversación. Es que me cuesta decirle frases inteligentes a una chica guapa y no se me ocurrió otra cosa. Por cierto, el lomo estaba algo durillo. Ja, ja, ja.
Fdo: El cliente pseudo-miope.
ja ja ja ja, ok, vale, en ese caso dejare que mires la carta todo el rato que quieras...
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