Soy borde, lo se, pero es que la paciencia tiene un límite, y normalmente a la tercera va la vencida. La otra noche, sobre las doce, estábamos acabando de recoger. Teníamos todas las persianas metálicas bajadas, excepto la más pequeña, que estaba por la mitad para que entrara un poco de aire porque el ambiente es asfixiante cuando cierras, con todo el calor del día acumulado ( a veces llegamos a 40 grados...). Así que imaginaos la escena: noche cerrada, luces exteriores apagadas, todo oscuro, persianas bajadas, nosotras limpiando... Y se acerca un chico de unos 20 años y pregunta...
-Perdonad, ¿esta cerrado?
Le respondí con educación que si, que ya habíamos cerrado. Al segundo que se acercó al cabo de cinco minutos para preguntar lo mismo también le respondí con educación. Pero al tercero... ya no pude.
-NoooOOOooo. No está cerrado. Tenemos las persianas cerradas porque teníamos frío y pasaba corriente de aire, no te jode...
-Uy que graciosa,- me contestó con retintín.- Que chispa tiene...
-No lo sabes bien, la chispa que tengo...
Se fue refunfuñando. Fui borde, lo se, pero... ¿es que no es obvio que si un comercio tiene las puertas cerradas, a esas horas, es que está cerrado? No se, a lo mejor soy yo, que soy rara...
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2 comentarios:
No tienes idea lo mucho que me diviertes. Hoy me has arrancado un par de carcajadas.
No son adorables estos infiernos cotidianos ¿?
No dejes de escribir. La estupidez humana puede ser taaaan hilarante.
me a ocurrido que negocios a las 2 de la mañana con las persianas cerradas pero abiertos...
intrigantemente delicioso...
besos!
c+[abierto o cerrado]
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