Es nuestra nueva mascota. TEndrá sobre unos 30 años y le faltan casi todos los dientes. No es un borracho, ni un drogadicto, ni gentuza; simplemente... está ido.
"Usté dirá" es su carta de presentación.
-¿Me daría un vaso de agua, usté dirá? ¿Eh? ¿Sí? ¿Usté dirá?
-Unas bravas, ¿eh? ¿Usté dirá? ¿Me invitaría? ¿Eh? ¿Mari?
No se por qué se ha empeñado en que me llamo Mari y así me llama siempre. Claro que tampoco le he sacado de su error, para qué.
Lo que nos hace reír es que, cuando le ponemos el vaso de agua -embotellada, no vayais a creer que le damos de la asquerosa agua del grifo que tenemos por aquí-, con una mano coge el vaso y con la otra se protege las pelotas; ¿tendrá miedo a que el agua salga tal como entra? Echa el culo para atrás, la entrepierna hacia adentro, la mano apretando por si acaso.
Cuando acaba el primer vaso, pide otro.
-¿Otro más, usté dirá? ¿Eh? ¿Si?
Se lo damos, por supuesto. Lo bebe de un tago y pide otro.
-¿El último, eh? ¿Usté dirá?
Y es el último, no quiere mas.A veces, cuando hay mucho trabajo, le damos directamente la botella (1'5 litros) y se va tan contento, con una cara tan llena de felicidad, que solo por eso te alegra todo el día.
Es como un niño, un niño grande, que "nos quiere a petar".
"Usté dirá" es su carta de presentación.
-¿Me daría un vaso de agua, usté dirá? ¿Eh? ¿Sí? ¿Usté dirá?
-Unas bravas, ¿eh? ¿Usté dirá? ¿Me invitaría? ¿Eh? ¿Mari?
No se por qué se ha empeñado en que me llamo Mari y así me llama siempre. Claro que tampoco le he sacado de su error, para qué.
Lo que nos hace reír es que, cuando le ponemos el vaso de agua -embotellada, no vayais a creer que le damos de la asquerosa agua del grifo que tenemos por aquí-, con una mano coge el vaso y con la otra se protege las pelotas; ¿tendrá miedo a que el agua salga tal como entra? Echa el culo para atrás, la entrepierna hacia adentro, la mano apretando por si acaso.
Cuando acaba el primer vaso, pide otro.
-¿Otro más, usté dirá? ¿Eh? ¿Si?
Se lo damos, por supuesto. Lo bebe de un tago y pide otro.
-¿El último, eh? ¿Usté dirá?
Y es el último, no quiere mas.A veces, cuando hay mucho trabajo, le damos directamente la botella (1'5 litros) y se va tan contento, con una cara tan llena de felicidad, que solo por eso te alegra todo el día.
Es como un niño, un niño grande, que "nos quiere a petar".
1 comentario:
Hay más gente averiada de la azotea de las que pensamos. Algunos pasan por normales y están peor que el "usté dirá".
La próxima vez que aparezca le dices que un recuerdo de parte de un espadachín gaditano. O lo arreglas del coco o lo terminas de volver majareta.
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