Cada día alucino mas con el sistema educativo de este país, y con el nivel intelectual de mis clientes. La ultima ha sido de manual.
Viene un chavalin de unos 15 años, típico garrulillo “apañol”, sorbete narigón constante debido a la cocaína, hombros encogidos no se por que, boca prominente. Me pregunta el precio de un producto determinado y yo se lo digo:
-3’60.
-¿Y cuanto me sobraría?
-Si me dices de cuanto es el billete con el que me vas a pagar, podré decírtelo…
Yo pensé que me iba a dar un billete de veinte, o de cincuenta, pero no:
-Cinco euros.
No supe si echarme a reír o a llorar. No era capaz de hacer una simple resta, cinco menos tres con sesenta. La respuesta es obvia. ¿Tu sabes restar?
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