sábado, 8 de septiembre de 2007

MANUAL PARA TRATAR CON BEODOS

La baza que juegan los borrachos para jodernos la vida a todos los profesionales femeninos de la hostelería, es el miedo.

-Están locos.
-A saber como puede reaccionar.
-No le grites.
-No le enfades.
-Ya se ira.
-Llama a la policía pero tu no hagas nada.

Pobrecitas, nosotras, princesitas indefensas prisioneras detrás de una barra.

¡JA!

Como dijo Tzun Tzu, la mejor defensa es un buen ataque -y si no lo dijo peor para el porque es el mejor consejo que me han dado nunca-.

¿Qué el borracho de marras tiene fama de loco? Yo, más. Que sea él quien me tenga miedo, y no a la inversa.

Y da igual que vengan con su dinero y pretendan pagar, porque como les despaches vas lista, ya que se pasará toda la tarde entrando y saliendo, espantando a la clientela.

Asi que mi consejo es este:

Tiradle el dinero a la cara, gritad fuerte acordandoos de sus muertos, insultadle; todo eso al tiempo que tensamos la mandíbula y el cuello, marcando venas, y abrimos desmesuradamente los ojos.

Cuando hago eso, me miran con una cara que habla por si sola, y dice “esta tía está peor que yo”.

Se marchan sin apenas abrir la boca y lo mejor de todo es el silencio que queda en la cola, suspendido en el aire, la gente mirándose la punta de los zapatos, y el primero de la cola, al que no le queda otra que hablarme para hacer su pedido, se convierte en la persona mas amable y educada del mundo.

Si es que no hay nada como la escuela Bush en diplomacia…

3 comentarios:

Aguila Diurna dijo...

Ja Ja Ja, que buen post!
Ja Ja Ja, lo volveré a leer!
Y lo de Bush!
Ja ja ja,
genial!!
Un beso.

Montiel de Arnáiz dijo...

Lo bueno sería que el borracho te pidiera el libro de reclamaciones!!!

Halaaaaaaaaaaaaaaa

FASTFOOD DOS MANOS dijo...

Se lo comeria, enterito y din echarle sal, je je je