martes, 25 de septiembre de 2007

LA FARAONA





Tenia tela, la faraona. Sevillana de pura cepa, con esa gracia y ese salero que solo los hijos de la Giralda saben tener, rizos rubios y piel aceituna, y con una labia que cualquier politico envidiaria.

Bueno, la verdad es que la facilidad de palabra no era la unica cosa que la acercaba a la politica: metia más la mano en la caja de la tienda que un ministro en la caja de los fondos reservados...

Su metodo era simple, pero nos costó descubrir como lo hacia porque era muy cuidadosa. Estaba casada y su marido venia a verla a menudo los dias que trabajaba. Un rato antes que él viniese, empezaba el juego:

cada vez que cobraba con un billete grande, en lugar de guardarlo en la caja, lo guardaba en un hueco que hay al lado de esta, y cuando pasaba a verla sumarido, se iba unos euros mas rico.

Metodo simple pero eficaz. Sellevo mas de mil euros hastra que la pillamos y la echaron.

Fiate de las rubias, je je je.

3 comentarios:

Raúl Uribe dijo...

Tal vez se trataba de una nueva modalidad de terapia de pareja: el trabajo delictivo en equipo reconstruye matrimonios dañados por la honestidad.

Pável dijo...

Ay, qué bonita historia de amor. Yo quiero un novio para cometer delitos en complicidad, suena a un excelente afrodisíaco.

Montiel de Arnáiz dijo...

La echaron o la echaste?

Yo pensaba que tú eras la jefa suprema del fastfood...